jueves, octubre 26, 2006

No me vas a dejar.

Hasta lo que va de hoy, bien. Tengo que buscar mis cosas veremos como me va. Ayer, fui un día normal. Mi padre se fue a Buenos Aires. Estabamos esperando el cole y como de costumbre a mi me gusta, y mucho, jugar con "La Du" a las trompadas en el medio de cualquier lugar o situación en la que estemos. Empesé a molestar a mi madre y me comparó con un perro al que soltas en el medio de la ciudad. Sospeche que queria decirme algo y opté por quedarme quieto. A los 5 min llega ella e irremediablemente tuvimos que empesar a jugar hasta que mi padre subió al colectivo, poniendo nerviosos a ambos (padres). Estabamos en el negocio con mi madre sin saber que hacer y de repente una pelota de fútbol me partió la nuca (quien mas??). Agarre la pelota y me fui al medio del salón (conste que te avisé Normis) y le dije a mi madre, ¡¡agarrá la pelota!! con voz fuerte y alta. No me dió bola se ve porque le pegó en el hombro y al parecer le dolió. Agarro un vaso que tenia a mano y me lo tiró con la peor de las broncas (me acertó) y por suerte lo esquivé. Me corrió del negocio y tuve que limpiar los platos que habian quedado sucios del almuerso. Lo demas es puro cuento.

atte.

1 comentario:

PabloAM dijo...

bueno, parece ser la vida cotidiana de un adolescente normal. A todos nos pasa eso, auqnue quizás en otras situaciones.