lunes, enero 29, 2007

Él, druida de mis sueños

Hay un duendecito que viene cuando duermo, y depende de su humor, me hace soñar cosas. Siempre lo que él quiere. El otro día, si, aunque no me crean me hice el dormido y apareció. Tiene un sombrerito de un color que, según lo que mis ojos pudieron ver entre toda la obscuridad del lugar, era fucsia mezclado con negro en partes. Supongo que las manchas negras eran de lo sucio pero tenia un olor muy rico.
Extrajo de su sombrero un bisturí muy bonito (parecía tan filoso) y un polvo verde, me destapó el cerebro y me esparció el polvito en la parte posterior de la masa encefálica. Me dijo muy amistosamente, no me había dado cuenta que estabas despierto, te voy a tener que anestesiar pero no te preocupes. Me dijo, no se si para que me sienta alagado o si era cierto, que nunca antes alguien lo había visto. Sentí que me acariciaba la frente y soñé con tantas nubes de colores que cuando me desperté le escribí una cartita que espero me la conteste. Decía

Gracias mi nuevo amigo. Espero nuestra nueva amistad no cambie el curso natural de las cosas y cada vez que me tengas que hacer soñar pesadillas lo hagas. No te preocupes no me voy a enojar, y gracias por las nubes de colores, eran hermosas.

atte.

2 comentarios:

Mariaelvira dijo...

que lindo...

PabloAM dijo...

concuerdo con memesita... muy lindo...
no te quedan cicatricez?? no te duele? Pero si disfrutas los sueños, el dolor es lo de menos...